Bichos con muchas patas

Los Miriápodos son bichos que son confundidos usualmente con crustáceos o con insectos, pero en realidad, pertenecen a una clase diferente de artrópodos.

El terror toma el control de la Ruta

Disfruta esta semana del especial de los bichos del terror. Tendremos artículos relacionados con macabros insectos que ponen los pelos de punta.

La revolución de los insectos

Insectos que luchan contra una bacteria que los convierte en zombies cuando ésta comienza a devorar sus cerebros.

Los Jubilados Kamikazes

Miembros de las colonias de termitas luchan para defender la comunidad, incluso sacrificando su propia existencia.

Los Súper Osos

Animales cercanos a los artrópodos que han despertado el interés de los cientificos por sus habilidades de súpervivencia en condiciones extremas.

¿Eres Religiosa?

Las mantis, más que religiosas, siniestras. Estos animales esconden oscuros secretos a la hora del cortejo.

Artistas tejedoras

Decoraciones especiales de las telas de araña tienen como función atraer a cierto tipo de insectos a la trampa mortal.

El agente secreto "Robolombriz"

El movimiento de un sencillo e inofensivo animal ha inspirado a un grupo de científicos en Estados Unidos para fabricar un robot espía.

El Rey Escorpión

Todos nos preguntamos sobre la peligrosidad de los escorpiones y cómo reconocer si éstos son venenosos y mortales.

De veneno a medicina sexual

Científicos brasileños descubren que el poderoso veneno de la araña "Phoneutria nigriventer" puede ser utilizado como viagra natural

La Jubilación en las Hormigas

Las hormigas viejas que ya no pueden cortar hojas son trasladadas a secciones de transporte, y otras, se envían a donde aún puedan ser útiles para la sociedad.

Nemátodos en las Profundidades

En una mina sudafricana se descubrió que los seres unicelulares no son los únicos habitantes de las profundidades de la Tierra, pues ha salido a la luz una nueva especie de nemátodos.

Nueva familia Arácnida

En las cuevas de Oregon, Estados Unidos, investigadores descubrieron miembros de una nueva familia de ocho patas: las Trogloraptor

Fotosíntesis Animal

Investigadores franceses publican que los áfidos o pulgones sintetizan ATP a partir de fotopigmentos, basados en carotenoides, bajo condiciones de estrés.

La Música de los Insectos

Los estudios que permiten conocer sobre los sonidos producidos por los insectos y las diferentes utilidades que tienen en su mundo.

Las EntomOlimpiadas

Una mirada desde el mundo de los bichos y sus grandes proezas a la actividad deportiva de los Juegos Olímpicos.

¿Mosquitos Mutantes contra el Dengue?

Desde hace algunos años, tenemos la capacidad de crear insectos mutantes que pueden ayudar a combatir una epidemia mortal, gracias al estudio de la genética y a la biotecnología.

Nace una "Súper Plaga"

Con experimentos biotecnológicos se han creado plantas alimenticias resistentes a las plagas de insectos. Sin embargo hay larvas de escarabajos 'inmunes' a dicha modificación.

De humano a insecto

La metamorfosis de los artrópodos es una de las características más llamativas de estos animales, muchos cambian completamente su forma para convertirse en adultos.

REPORTAJE: Zumbidos delatores

Inauguramos nuestra sección de reportajes con "Zumbidos delatores", escrito por la periodista Sarai J. Rangel, quien nos habla sobre la Entomofauna cadavérica.

El códice de los insectos

Insectos herbívoros dejan mensajes químicos en las plantas que son leídos por las futuras generaciones, evitando la competencia entre especies.

¡Shrilk al rescate!

Un nuevo material que, además de fuerte, flexible y ligero, es biodegradable, promete muchísimas aplicaciones a un bajo costo.

Bichos que brillan en la oscuridad

Aunque el 80% de las criaturas bioluminiscentes habitan en el mar, algunos insectos y gusanos también exhiben esta habilidad.

Venenos que pueden curar

Componentes del veneno del alacrán tienen prometedoras aplicaciones terapéuticas que podrían curar varias enfermedades.

Insectos Gigantes

¿Por qué ya no están entre nosotros? Nuevas hipótesis han surgido para explicar la extinción de insectos gigantes que vivieron hace 300 millones de años.

Galanes a toda prueba

Todo por una cita: insectos machos que planean las más románticas y curiosas estrategias para conquistar al sexo opuesto.

Virginidad de moscas las vuelve alcohólicas

Estudios han comprobado que las moscas recurren al alcohol cuando son rechazadas sexualmente ¿les parece conocido?

lunes, 18 de junio de 2012

Bichos en el Ártico

Foto: Guidesinalaska.com
¿Alguna vez has imaginado un insecto en el hielo? En las regiones norte de Alaska, pertenecientes al Círculo Polar Ártico, se han encontrado fascinantes métodos de supervivencia de los bichos en la tundra, sus formas son tan asombrosas que podrían aportar a la práctica de la ciencia médica o conocer la vida en otros planetas.

Hábitat Extremo
Quien visita o vive en el Ártico, está advertido sobre las consecuencias que causa una prolongada exposición en el frío extremo. Expuestas a los -18ºC promedio del invierno en esta zona, las membranas de las células de un humano se quiebran, los músculos se tornan oscuros causando gangrena, se pierde la conciencia e incluso, la circulación de la sangre se detiene hasta morir. El paisaje de Alaska se compone en su mayor parte por glaciares de hielo y nieve, los árboles escasean y los hombres y animales que viven en él, han adaptado su vida a condiciones naturales extremas. Pero entonces ¿cómo le hacen los insectos para sobrevivir a bajas temperaturas?

El calor de verano en el Ártico dura únicamente ochos semanas, pero esa energía emitida no tiene la misma temperatura que la experimentada por los habitantes cercanos al Ecuador durante la misma estación del año. Algunos insectos aprovechan el poco calor para permanecer vivos en el ambiente el resto de las temporadas, pero otros simplemente no necesitan del calor.

Bichos Resucitados
Hace cuatrocientos años, la armada estadounidense realizó una investigación en  túneles de permafrost (capa de hielo permanentemente congelada en el exterior del suelo), ubicadas a unos treinta metros bajo tierra en las zonas profundas del norte de Alaska. En ellas, los soldados encontraron todo tipo de vestigios del pasado, tales como los restos congelados de la superficie de un lago perteneciente a los tiempos de las cavernas. Los científicos de hoy, descubrieron en el mismo lugar fósiles de animales, entre ellos, insectos que resistieron la era del hielo por más de cuarenta mil años. Pero lo más asombroso viene después: cuando los científicos extrajeron a los insectos del sedimento, éstos volvieron a la vida de inmediato. ¿Cómo se habrán preservado tanto tiempo? La estrategia del siguiente insecto puede proporcionar una idea.

 Pentatimoidea. Insecto maloliente Foto: Liz Andersen. Projectnoah.org
Un Héroe Apestoso
El regreso del invierno en el polo norte provoca la muerte de varios bichos, pero no en el “Insecto Maloliente” o “Insecto Anticongelante”. Miembro de la súperfamilia de los Pentatomoidea, este insecto no sólo es popular por el olor que penetra en la nariz de quien lo huele, sino por su método ingenioso de supervivencia en el hielo: reducir la temperatura de congelación a través de una proteína contenida en su sangre.  

Todd Stoformo, biólogo de la Universidad de Alaska-Fairbanks, fue uno de los primeros que investigó el secreto de la proteína de este apestoso escarabajo. Stoformo ha observado que en temporada de invierno, los insectos malolientes producen mayor cantidad de la proteína anticongelante en sus cuerpos, de forma que al tener contacto con el hielo, les permite controlar la temperatura de su sangre y evitar algún daño en su interior. En comparación con la sangre de los humanos, que no tienen la misma composición química que la de los escarabajos de Alaska, los animales pueden sobrevivir a temperaturas cercanas a los 15.5º bajo cero.

La capacidad de impedir la formación de cristales en los fluidos del organismo podría ofrecer beneficios en la Medicina, en especial el trasplante de órganos. Actualmente la transportación de órganos donados se realiza a contra reloj para evitar el efecto de congelación en la pieza. Con la aplicación de las propiedades de la inusual proteína, la preservación de los órganos sería más duradera y el tiempo de la transportación para llegar al cuerpo receptor se ampliaría.

Y para los amantes de la repostería, a Stoformo se le ocurrió la idea de que los beneficios de la proteína también ayudarían a preparar helados más cremosos y con mayor tiempo de enfriamiento. 

Mesenchytraeus. Gusano de Hielo Foto: Alaska-in-pictures.com
Gusanos Congelados
Estos animales fueron descubiertos en 1887, también en Alaska. En algún momento se dudó de su existencia porque los pobladores no creían que un gusano fuera capaz de existir en temperaturas que podrían matar a muchas criaturas. Estos gusanos pasan su vida entera en el hielo, se alimentan de alga roja de la nieve y su principal enemigo es el calor, pues si son expuestos a temperaturas arriba de los 5ºC, se desintegran. Hasta ahora no se sabe cómo es que los gusanos de hielo pueden cavar a través de las placas de hielo. Algunos científicos creen que poseen propiedades anticongelantes similares a la de los insectos malolientes y otros piensan que se trasladan a través de poros que componen la superficie congelada.

La supervivencia de estos insectos en condiciones extremas son una muestra de la gran biodiversidad de nuestra Tierra. La existencia de este tipo de especies ha comprobado que no sólo sobreviven sino perfeccionan su adaptación al ambiente. Además, su estudio podría arrojar grandiosos hallazgos de la vida del espacio exterior.






Nephilengys malabarensis (Walckenaer, 1842).

Nombre Científico: Nephilengys malabarensis 




La etimología del nombre de éste género de arañas se debe a la proximidad de la relación con  su hermana de género Nephila, Nephilengys = Nephila más el griego antiguo -engy- que significa "cerca". El nombre de la araña se adjudica al lugar en el que fue descubierta: la costa de Malabar en la India. También habita al sur, sureste y este de Asia: de la India y Sri Lanka a las Filipinas; al norte de China (Yunnan. Yin et al, 1990), en el noreste de Japón (Saga, Kompira: Bösenberg y Strand, 1906: 192) y al este de Ambon (Thorell, 1878: 123; 1881: 157).


Esta especie es sinantrópica, es decir, vive en hábitats humanos, y son menos comunes en los bosques tropicales (Murphy y Murphy, 2000). En algunas poblaciones, como el Niah (Borneo), se sabe que habitan en las entradas de las cuevas (Deeleman-Reinhold, 1989).
La N. malabarensis construye sus telarañas sobre troncos de árboles, afloramientos rocosos y sobre todo, contra las paredes y los techos de las casas. Las arañas inmaduras tienden a tener redes simétricas, mientras que las hembras maduras tienen redes de gran tamaño. A diferencia de la mayoría de sus parientes, las cuales reparan toda la red, la N. malabarensis repara sólo las partes dañadas.


Lo asombroso de esta especie es que los machos poseen un mecanismo conocido como el fenómeno “eunuco”, que les permite experimentar la automutilación con la finalidad de aumentar la paternidad. Estos artrópodos pierden la palpo (pene), es decir, se desprenden de él para dejarlo en el epigino (abertura genital femenina de las arañas), con el fin de prolongar el tiempo de transferencia de esperma, pero no es el único motivo, también lo hacen para evitar ser devorados por la hembra, ya que de cada 4, son 3  las que posterior a la cópula se comen al macho.

Bichos en el menú

Foto: Los Fogg. Vendedora de chapulines en Oaxaca, México.
Recuerdo que aproximadamente 20 años atrás cuando era muy niña, disfrutaba los fines de semana en un parque cercano a mi casa. Eran momentos familiares y en los que algunas veces cazábamos chapulines (como llamamos a los saltamontes en México) para que mi abuela los cocinara, eran un delicioso manjar con chile y limón. Actualmente ese parque ya no existe, los complejos habitacionales han tomado su lugar. Supongo que algunos citadinos cada día vemos más lejos esas costumbres culinarias heredadas de nuestros antepasados, pero en zonas rurales de México y de otros países como Francia, Japón, China, Tailandia y del continente africano aún es muy común el llevar insectos a la mesa para degustar.

Insectos nutritivos

Una rama de la etnoentomología, cuyo objeto de estudio son las relaciones funcionales entre los humanos y los insectos, es la entomofagia, que estudia el consumo de los insectos por el hombre u otros animales. Gracias a esta disciplina se han llevado a cabo estudios sobre los usos y costumbres en diferente tiempo y en diferentes regiones relacionados al consumo de insectos como alimento, así como del valor nutricional de los mismos.

Aunque el alimentarse de insectos aún es común en algunos países, esta práctica se ha ido perdiendo. Las razones pueden ser varias, desde la adopción de hábitos alimenticios extranjeros, la percepción negativa hacia los insectos o el cambio en los ecosistemas; pero en general podemos hablar de restricciones de tipo cultural.

Culturalmente asociamos a los insectos con algo sucio, peligroso o incluso feo pero ignoramos que son una fuente rica en proteínas o que por ser herbívoros son más limpios que los caracoles, mejillones, ostiones o camarones que incluimos sin vacilar en nuestra dieta.

Estudios realizados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) demuestran que además de ser tan ricos en proteínas como la carne, los insectos comestibles nos ofrecen altas dosis de vitamina, sobre todo vitamina B; minerales como sodio, potasio, zinc, fósforo y calcio; grasas, ácidos grasos como el omega 6 y aminoácidos, especialmente lisina, valina, leucina, treonina e isoleucina esenciales para la vida.
Foto: Mark Forman. Puesto de insectos comestibles en China.


En el mundo se tienen registrados aproximadamente 1.700 insectos comestibles, consumidos principalmente en zonas tropicales y dentro de cuales los más importantes son del orden de los Coleópteros (escarabajos), Lepidópteros (mariposas y polillas), Himenópteros (abejas, avispas y hormigas), Ortópteros (saltamontes y grillos), Isópteros (termitas), Hemípteros (chinches), y Homópteros (cigarras) (FAO, 2012). Su ingesta varía según el estado de desarrollo de cada insecto, ya que de algunas especies sólo se consumen los huevecillos, de otras las larvas, de otros las pupas y en otras sólo los adultos, aunque también hay especies que se consumen en cualquier etapa de su desarrollo.

Por ejemplo, los saltamontes se consumen en etapa adulta, los conocidos gusanos de maguey corresponden a la etapa larvaria de las mariposas, los escamoles son larvas de hormigas y los axayácatl o “caviar mexicano” son huevecillos de tábanos.

Algunos de los insectos que podemos destacar por su nivel nutricional son: los saltamontes de los géneros Sphenarium y Melanoplus mexicanus con un 77,63% de proteínas, 6,52% en grasas y 2,41% en sales, los del género Taeniopoda con un 70,92% de proteínas, 6,06% en grasas y 3,95% de sales; las chinches acuáticas de la familia de los Belostomatidae y del género Abedus ovatus con un 67,69% de proteínas; las mariposas de la familia Saturniidae y del género Latebraria amphipyrioides con un 58,82% de proteínas, 6,8% de grasas y 6,09% de sales y a las mariposas nocturnas de la familia Noctuidae y del género Ascalapha odorata con un 56,02% de proteínas, 14,84% de grasas y 3,95% de sales (Ramos-Elorduy, J., 1989), por poner algunos ejemplos.

Lo bueno no siempre sale caro

Lo barato no siempre es malo y lo caro no siempre es bueno. Además de los altos valores nutricionales de los insectos hay muchas otras razones por las cuales deberíamos considerarlos seriamente como parte de nuestra ingesta diaria.

Una de estas razones es su elevada digestibilidad, es decir, hay un alto porcentaje de aprovechamiento del alimento. La digestibilidad de muchos de los insectos puede ir del 33% al 95,94%, esto se debe a su alta cantidad de aminoácidos y a su baja cantidad de fibra (materia que no se absorbe como nutriente y sólo cumple funciones metabólicas en el organismo).
Foto: FAO. Vendedor de orugas en África.
Otra razón es su abundancia en países tropicales y subtropicales. Aunque hay factores bióticos (fisiología, reproducción, alimentación de la especie, etc.) y abióticos (temperatura, humedad, luminosidad, suelo, PH, etc.) que determinan su presencia en el entorno por temporadas del año, los insectos son relativamente abundantes. En muchos países no sólo se recolectan por temporadas, sino que existe el cultivo de insectos en granjas que permiten mantenerlos todo el año sin requerir muchos recursos ni inversiones.

Los insectos también son ambientalistas, por decirlo de alguna manera. Para valorar un recurso alimentario no sólo es necesario saber sus propiedades nutricionales, si no también su grado de conversión alimentaria, lo que tiene implicaciones económicas y ecológicas. La conversión alimentaria se refiere a la eficiencia con la que el animal convierte su alimento en su propio peso y por lo tanto en nutrientes, en este caso algunos insectos requieren mucho menos alimento y recursos en general para producir la misma cantidad de proteína que otros animales. Aunque la desventaja sería la cantidad de insectos que tendríamos que comer para suplir las proteínas de un pedazo de carne, cambiar nuestra dieta podría significar el reducir las altas emisiones de CO2, el gasto de grandes cantidades de agua para el riego y la alta deforestación producto de la ganadería.

Además, son sabrosos. Aunque podemos discriminarlos por feos, hay muchas especies de insectos considerados verdaderos manjares y que en ocasiones se venden en restaurantes gourmet a precios bastante elevados, como los escamoles, los axayácatl o los gusanos de maguey ya mencionados. Pero en general, son de precios bastante accesibles dependiendo el lugar en donde vivas y tienen diferente sabor según el tipo de insecto y su preparación.

A la mesa
Después de todas las ventajas mencionadas sobre los insectos como alimento –Espero que si aún no lo has hecho y tienes la posibilidad– te des la oportunidad de integrarlos a tu mesa.

La preparación de los insectos es en casi todos los casos muy sencilla, pues se comen secos, hervidos, fritos, asados, molidos como condimento, con sal, en salsas o con otras especias.

No dudes de que los insectos por todas sus ventajas serán el alimento del futuro, pues se presentan como una alternativa económica y sustentable, además de que el aumento en su comercialización podría beneficiar notablemente a comunidades de bajos recursos.

Si se te ofrece, aquí te dejamos una receta para que la integres en tu próxima comida.

Salsa de gusanitos

Foto: latequila.com
Comensales: 10-20 personas
Tiempo de preparación: 10 min.
Tiempo de cocción: 30 min.
Utensilios: Recipiente, licuadora.

10 chiles pasilla
50 gusanitos de maguey fritos (larvas de mariposa de la especie Acentrocneme hesperiaris)
2 cabezas de ajo
10 cucharadas de aceite
Sal al gusto
Preparación: Se doran ligeramente los chiles, se remojan en agua hirviendo y se muelen con el ajo, los gusanitos con la sal. Finalmente se disuelven en aceite.

¡Buen provecho!

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