lunes, 20 de agosto de 2012

¿Mosquitos mutantes contra el dengue?



 El que podamos crear especies de insectos mutantes para controlar enfermedades puede sonar a película de ficción, pero desde hace algunos años gracias a la genética y a la biotecnología tenemos la capacidad de hacerlo. Hoy estos mutantes son una herramienta para combatir una epidemia mortal.
¿Será ésta la mejor alternativa?

La amenaza del dengue

El dengue es una enfermedad presente en países de clima tropical y subtropical causada por 4 serotipos o tipos de virus del género de los flavivirus y que se transmite al humano por la picadura de mosquito, principalmente de la especie Aedes aegypti.
Entre otros síntomas el dengue provoca fiebre, dolores de cabeza intensos, dolor de ojos, diarrea, náuseas, moretones y en un grado más agudo, conocido como dengue hemorrágico, puede producir ruptura de vasos sanguíneos, inflamación de órganos internos e incluso la muerte.

En 1779 se documentaron las primeras epidemias de dengue en 3 continentes: América, Asía y África. Desde entonces a la fecha el riesgo de nuevas epidemias de dengue es latente.
En la actualidad cada año se producen entre 50 y 100 millones de infecciones y la mitad de la población mundial está en riesgo de contraer esta enfermedad (Fuente: OMS). En México por lo menos se presentan 10 mil casos al año.
Las razones principales de que el riesgo de contagio sea tan alto son que el agente transmisor A. aegypti ha migrado rápidamente alrededor del mundo, está perfectamente adaptado a zonas urbanas, resiste largos períodos sin alimento, tienen un alto índice de reproducción y una vez que ha adquirido el virus al alimentarse de sangre contagiada puede transmitirlo a una gran cantidad de personas sanas por el resto de su ciclo de vida sin que tengamos una señal que nos indique que es portador del virus.
Mosquito A. aegypti. Foto: CDC
Además, una persona que ha padecido el dengue sólo adquiere inmunidad contra el serotipo de virus con la que fue contagiada pero no se hace inmune a los 3 restantes, e incluso tiene más probabilidad de sufrir dengue hemorrágico en caso de contagiarse con un serotipo distinto. Debido a esta variedad de virus no se ha podido obtener una vacuna eficiente contra los 4 serotipos, por lo que  actualmente las formas de prevención de la epidemia se centran en la educación de poblaciones en riesgo que consisten sobre todo en medidas de higiene y en el uso de pesticidas que cada vez muestran ser menos útiles contra este mosquito. Por esto, se piensa que la solución en puerta para esta epidemia pudieran ser los mosquitos transgénicos.

Un mosquito sin descendencia

Las hembras de la especie A. aegypti son las responsables de la transmisión del virus del dengue, ya que son las únicas hematófagas, o bien que se alimentan de sangre, debido a que necesitan de este fluido para el desarrollo de sus huevecillos. Por esta razón científicos han encontrado adecuado modificar genéticamente a los machos a los cuales oficialmente han llamado OX513A.
Al reproducirse con las hembras salvajes estos machos modificados heredan un gen letal a su descendencia que hace que una enzima se acumule a niveles tóxicos antes de que las crías lleguen a la edad adulta. La única manera en la que es posible detener la producción de la enzima es suministrando un medicamento llamado tetraciclina; al no tenerlo, los mosquitos genéticamente modificados (GM) inyectados con una primera dosis de esta sustancia para retrasar su muerte y poder ser liberados para aparearse, mueren días después al igual que sus crías.
Larva de Aedes aegypti Foto: Oxitec
Un intento anterior para el control de poblaciones de mosquitos fue hecho por científicos estadounidenses, quienes usaron la radiación para hacerlos estériles. El gran inconveniente de este método es que eran dañados de tal forma que al ser mezclados con los machos salvajes los mosquitos de laboratorio eran comparativamente débiles y no tenían éxito con la mayoría de las hembras. Otro ejemplo en fase de experimentación es el uso de la bacteria llamada Wolbachia, la cual  afecta los órganos reproductivos de los mosquitos. Este proyecto nació en Australia hace unos años y se está en espera de resultados contundentes que den a conocer los riesgos y la efectividad del método para reducir el contagio del dengue.
La tecnología de mosquitos GM para el control de enfermedades mortales a pesar de su reciente llegada ha arrojado resultados efectivos, pero ¿Cuáles podrían ser los riesgos? ¿Qué puede implicar esta nueva tecnología?

Dudas y controversias

La empresa inglesa Oxitec actualmente es monopolio en la fabricación de mosquitos transgénicos. El primer caso en el que se liberaron mosquitos GM fabricados por Oxitec fue en 2009 en las Islas Caimán, y en 2010 Malasia soltó a unos 6 mil mosquitos en zonas inhabitadas como parte de la fase de experimentación. Sin embargo, las dudas saltaron al saber de la falta de interés de la empresa para informar sobre estos experimentos, principalmente a la población de ambos países. Los cuestionamientos sobre el aparente secreto con el que la empresa se había conducido se agudizaron al saber que nunca se publicaron documentos suficientes que dieran a conocer los riesgos.
Poco a poco se impulsaron iniciativas para legislar el uso de mosquitos transgénicos, han salido a la luz parte de los resultados de los experimentos realizados en las Islas Caimán y Malasia, y se han publicado algunos informes de evaluación de riesgos por parte de Oxitec. Pero la falta de entusiasmo de la empresa por transparentar las posibles consecuencias de su iniciativa sigue haciendo sospechosa la calidad científica del proyecto y pudiera revelar intereses económicos detrás del mismo.
Jacobina, Brasil en 2010. Foto: Panoramio.com
Finalmente, este año Brasil ha anunciado la creación de una planta de mosquitos GM apoyada por Oxitec, con esto se realizará la liberación de mosquitos transgénicos en la zona urbana de Jacobina. Aunque se cuentan con experimentos previos en la ciudad de Juazeiro esta vez abarcará un territorio mayor, ya que Brasil busca ser punto de partida para implementar esta tecnología en otros lugares del continente americano como Panamá, el estado de Florida en E.U., México y Guatemala. 

A pesar de los resultados aparentemente prometedores, científicos y activistas alertan sobre la omisión de riesgos y la necesidad de una legislación adecuada para el uso de mosquitos GM. Algunos de los riesgos contemplados a la fecha son:

- Desequilibrio ecológico.
- Que la reducción de A. aegypti genere el aumento de poblaciones de otros mosquitos también transmisores de virus o parásitos.
- De acuerdo a las nuevas condiciones el virus podría mutar.
- Que mosquitos generen resistencia a la tetraciclina y aumente el número de ellos en el ambiente.
- La posibilidad de apareamiento entre mosquitos GM de una especie con otros de otra especie sin preveer las posibles consecuencias.
- Al no informar a la población responsablemente podría existir un rechazo hacia las nuevas tecnologías.
- La irreversibilidad de hechos perjudiciales al no contemplar los riesgos de forma suficiente y por huecos en la legislación.

Como vemos toda nueva tecnología conlleva riesgos. En el caso de la creación de estos mosquitos mutantes ¿pudiera ser que estemos frente a la posible erradicación de un virus mortal? o ¿que existan más inconvenientes de los que imaginamos?

Lo que sí es un hecho es que este proyecto ya está en marcha y habrá que exigir y estar al pendiente de toda información que nos permita reflexionar a fondo sobre estos temas y saber si no estamos corriendo riesgos por las razones equivocadas.




6abriela.07@gmail.com
Esperamos retroalimentación, no dudes en escribirnos.

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