Salió por la puerta de la habitación corriendo, su pánico era tal que constantemente tropezaba. Se recargó un momento al final del pasillo, alcanzó a ver cómo la puerta del cuarto del que había salido se habría violentamente. Mientras bajaba por las escaleras, volteaba constantemente hacia atrás. Las largas telarañas se adherían a su cabello y su ropaje, no veía el fin de las escalinatas. Llegó a donde se encontraba una puerta entreabierta y sin dudarlo la atravesó, conforme avanzaba el hedor a carne putrefacta era mayor. Se encontró en lo que parecía ser un salón, pues apenas se distinguían los contornos irregulares de algunos de los muebles. Presurosa, se escondió detrás de un enorme baúl. Su perseguidor ni siquiera quiso bajar por las escaleras. Cuando ya no percibió que la seguían exhaló un suspiró de tranquilidad, había logrado escapar. Fue entonces que uno a uno los seguros del baúl comenzaron a abrirse. Ella quedó paralizada, un escalofrío recorrió todo su cuerpo. La tapa comenzó levantarse, mientras cientos de alimañas salían de él. Sabía que no estaba sola, sabía que nunca saldría de ese lugar…..
Bienvenido estimado lector a nuestra edición especial de Halloween de la Ruta del bichólogo donde encontrará artículos relacionados con algunos bichos que por su aspecto, su mala fama o que por desconocimiento mismo hacia ellos han sido asociados con brujas, encantamientos, casas embrujadas o con el mismísimo demonio.
Es así como el staff de la Ruta del bichólogo ha preparado para festejar esta fecha una serie de artículos que se publicarán diariamente hasta el día 31 de octubre y como regalo especial el cuento del Almohadón de plumas del escritor uruguayo Horacio Quiroga. En esta primer entrega Miguel Rivas nos platicará de un monstruoso bicho cuya víctima fue el naturalista inglés y padre de la Teoría de la Evolución Charles Darwin.
Así que, estimado lector, tomé su lámpara, ármese de valor y acompáñenos a una larga y terrorífica noche de brujas.
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