sábado, 3 de noviembre de 2012

Una vida de pesadilla


Unos arácnidos con relaciones familiares que van más allá de lo moral son protagonistas de una vida efímera y sin un final feliz

 

El instinto hace que abras los ojos, te encuentras dentro de lo que parece ser un huevecillo. Miras tus extremidades, eres un ácaro macho del género Adactylidium que te encuentras aún dentro de tu madre. Ésta se encuentra aferrada al huevo de un pequeño insecto llamado tisanóptero, del cual se alimenta. No estás solo, hay ocho huevecillos más, todos ellos tienen en su interior a tus hermanas. En poco tiempo todos rompen el  huevo, pero aún permanecen dentro del cuerpo protector de su madre, de la cuál se alimentarán hasta que salgan al mundo. No hay mucho tiempo, tienen que crecer y comienzan a devorar a su madre desde dentro, la van matando lentamente pues, ella sabe que ese es su destino. Han crecido lo suficiente, ya son adultos y ha llegado el momento de reproducirse, de preservar la especie de la cual formas parte. Fertilizas a tus hermanas. De tu madre solo queda un caparazón vacío que, aún continúa dándoles protección, pero no por mucho tiempo. Deben salir todos. Tus hermanas ya fecundadas se alejan siguiendo su propio camino, están en busca de otro huevo de tisanóptero del cual se alimentarán ellas y la progenie que llevan  adentro para repetir el ciclo que realizó tu madre. ¿Y tú? Tu vida es corta, quizá demasiado corta. Ahora tienes que morir pues ya cumpliste tu cometido como ácaro. No hay más para ti, mueres a las pocas horas. Despierta. Despierta. La pesadilla ha terminado.

http://tejiendoelmundo.wordpress.com

 

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