¿Quién no se ha
despertado por el zumbido de un molesto mosquito durante la noche? Nos metemos
entre las cobijas y cubrimos nuestra cara
con la almohada para tratar de defendernos del hambriento agresor, el cual,
no desistirá hasta habernos quitado un poco de líquido vital: la sangre.
Pero un mosco
puede hacer más daño que sólo ocasionar una mala noche. Los mosquitos
pueden transmitir enfermedades como la malaria, la fiebre del Nilo o,
como nos cuenta Paola Andrea García Vaca en su artículo El jejen maldito, el extraño mal conocido como leishmaniasis, cuyos brotes epidemiológicos no sólo atacan al ser humano, sino también a otros animales.
Con esta entrega
de la Ruta del bichólogo queremos agradecer a nuestros lectores el habernos
acompañado en nuestra edición especial de Halloween, esperando que haya sido de su
agrado. A partir de hoy retomaremos nuestra entrega semanal, y los invitamos a
que estén atentos para las próximas sorpresas que les tenemos preparadas.
Gracias nuevamente por seguirnos
El Editor
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