Durante
los últimos años y tras todo el conocimiento generado alrededor de la principal
molécula de la vida el ácido desoxirribonucleico (ADN) la biología molecular y
específicamente la biotecnología han dado grandes saltos en la creación de
productos alimenticios que antes sólo pudieron ser parte de la más fantasiosas
mentes literaria de la ciencia ficción.
Planta de maíz - gentileza de wikipedia |
Sin
embargo, no todo es la panacea alrededor de los organismos genéticamente
modificados, también existe el temor de no saber que consecuencias pueden acarrear
y cuales serían sus efectos al mezclarse con especies naturales, llevando a la
contaminación genética (mezcla de genes manipulados con genes naturales) de
muchas de estas cepas o variedades que se han cultivado desde los albores de la
humanidad y sus asentamientos vinculados a la agricultura.
La
empresa Monsanto, fundada en Estados Unidos en 1901, es una de las
transnacionales mayormente vinculadas a la producción de semillas, y son los
campesinos quienes compran a precios más elevados estos productos para asegurar
la producción de alimentos inmunes a las plagas, como los insectos. Incluso
México, donde se origina el maíz, importa una gran cantidad de este grano de
Estados Unidos, donde el 65% de la es de características transgénicas, lo cual
podría repercutir en la contaminación de la gran diversidad de esta planta que
existe en México.
A
pesar de todo, las plantas producidas por Monsanto parecen no ser del todo
inmunes al ataque de los insectos y un nuevo tipo de “Súper Bichos” ha salido a
escena. De acuerdo a la Agencia de protección ambiental de estados unidos (EPA)
en cuatro estados del vecino país del norte Iowa, Illinois, Minnesota y
Nebraska se ha encontrado plagas de insectos que parecieron volverse inmune al
produto del “gen asesino” (contiene un
gen de una bacteria asesina de insectos llamada Bacillus thuringiensis, o Bt) que
hacía tan invulnerable a los transgénicos de Monsanto. De esta forma el gusano
de la raíz (Diabrotica undecimpunctata) amenaza el
nuevo y gran negocio de la agricultura biotecnológica.
De
acuerdo al investigador Aaron Gassman, un gran número de las larvas de este
escarabajo sobrevivían después del consumo de los cultivos transgénicos, causando
la reducción de la cosecha para los agricultores. Esta investigación realizada
por la revista GM Crops & Food,
demuestra que el maíz alterado genéticamente por la empresa Monsanto no es
efectivo para resistir a los escarabajos parásitos, lo cual no solo arruina el
negocio de la multinacional si no que plantea serias dudas sobre la efectividad
de la actividad biotecnológica y por ende la destrucción del mito sobre la
panacea de la agricultura mundial.
De
acuerdo a la revista seremos los consumidores quienes pagaremos el precio de la
rebelión de la naturaleza, tanto en el maíz como en otros cultivos
biotecnológicos, trayendo serias complicaciones al mercado de los granos. Tal
vez este sea la primera de muchas insurrecciones naturales ante los transgénicos,
trayendo consigo una gran preocupación mundial sobre los “Súper Bichos” que
amenazan nuestra agricultura. Así la que parecía ser la mejor solución puede
terminar volviéndose en el peor enemigo para una población en constante aumento
y que cada día demanda más alimentos.