lunes, 11 de junio de 2012

Engañar para sobrevivir

Una mañana más en Puntarenas, Costa Rica, sumergido en una región de vegetación abundante, sin nada que altere la intensidad del verde que domina. De pronto, veo el revoloteo despreocupado de una mariposa, que a pesar, de que el color negro domina en su cuerpo, tienen una coloración rojiza en la base de sus alas, cerca del abdomen, Al preguntar a los lugareños que me acompañaban sobre esas mariposas, me responden que les llaman “Cebritas" debido a las líneas blancas que se ven en ambas caras de sus alas y que ellos perciben como cebras. Mientras las observaba, pude apreciar que algunas de ellas aleteaban incesantemente sobre la vegetación, como si estuvieran buscando “algo” en particular. Al acercarme, me pude dar cuenta que volaban alrededor de una planta específica, cuyo nombre es Pasiflora. Al mirar las hojas de esta planta, enseguida noté unos pequeños puntos de color amarillo sobre los brotes nuevos de las hojas, ¡eran los huevos que depositaron las mariposas sobre las hojas de la planta! Después de la emoción, pude distinguir que no todos los puntos amarillos eran huevos, y que unos eran parte de las hojas de la Pasiflora dispuestos al azar.

Foto: wikimedia.org
Una vez en casa y con todas éstas observaciones investigué sobre esta mariposa y la planta donde depositó sus huevos. La mariposa que observé pertence a la familia Nymphalidae, y su nombre científico es Heliconius hewitsoni. Estas mariposas se les pude encontrar únicamente en la vertiente del Pacífico de Costa Rica. Entre las características de esta especie de mariposas están: que las hembras al encontrar brotes jóvenes de una pasiflora depositan varios huevos de color amarillo y con un diámetro no mayor a un milímetro. Al convertirse en larvas, alcanzan casi 3 mm de largo con una cabeza negra y cuerpo de tonalidad verde-amarillo, además de espinas amarillas. Al crecer, adoptan un comportamiento gregario (que se agrupan para vivir). En el estado de pupas son de color amarillo pálido a café claro, con vetas bien marcadas y espinas negras. En estado adulto, finalmente adquieren sus características alas negras con bandas transversales blanco-amarillentas y un color rojo brillante muy cerca del abdomen. 
 
Foto: Reinaldo Aguilar F. (blogspot.mx)
Por su parte, el nombre científico de la pasiflora es Passiflora pittieri (familia Passifloraceae) y vive en Centro y Sudamérica; como toda enredadera llega a alcanzar varios metros de altura, con sus hojas enteras (sin divisiones) en las cuales se observan unas estructuras llamadas glándulas nectaríferas, capaces de secretar azúcares, tiene flores llamativas de color blanco con numerosos filamentos rojo-amarillo que le dan un aspecto único y su fruto es una baya parecido a una granada.

¿Por qué sólo había huevos de la Cebrita en Pasifloras y no en otras plantas?. La búsqueda de una respuesta me llevó a considerar un concepto que podría explicarlo: coevolución.

El concepto de coevolución fue planteado por el ecólogo Eugene Pleasants Odum (1913-2002) en 1995 y lo explica diciendo que es cuando dos o más especies influyen mutuamente en su evolución puesto que su relación ecológica es muy estrecha pero no existe ningún tipo de intercambio genético, dado que esos grupos de organismos son completamente diferentes unos de otros. Es posible que se beneficien uno o todos los organismos involucrados por tanto los que se adaptan sobrevivirán y los que no serán eliminados. En el concepto de Odum está presente la idea del cambio que ocurre en las especies involucradas en la coevolución, pero el cambio no puede ser inmediato sino que ocurre gradualmente con el paso del tiempo En la relación cebritas-pasifloras observé que ocurre un beneficio claro para las primeras puesto que las larvas solamente se alimentan de hojas jóvenes de pasiflora (no son capaces de comer hojas maduras debido a su dureza), pero el beneficio de unas ha dejado como consecuencia cambios evidentes en ambas especies. Las hembras de cebrita que fueron capaces de localizar los sitios ideales para depositar sus huevos resultaron ser las que dejaron descendencia y ésta conducta se fue heredando a las siguientes generaciones junto con la capacidad de usar sus patas frontales para identificar por contacto las hojas jóvenes, además de que a partir de estímulos visuales identifican la planta y las hojas correctas. Sobre los estímulos visuales, en el departamento de Zoología de la Universidad de Texas, Lawrence E. Gilbert y sus colaboradores han demostrado la capacidad de las hembras para reconocer la forma específica de la pasiflora así como el color amarillo de los huevos.

A su vez las plantas de pasiflora bajo la presión ejercida por las larvas, muestran cambios sobre todo a nivel de la hoja. El primero es que las hojas juveniles son claramente diferentes de las maduras, además que en algunos casos se parecen mucho a hojas de otras plantas de la región, lo que beneficia a la planta en el sentido que las hembras de cebrita se confunden y no logran localizar hojas. En el segundo cambio, las glándulas nectaríferas de la planta adquieren el color y una forma similar a la de los huevos de la cebrita, lo cual la confunde al hacerle creer que esa planta ya esta ocupada y no podrá ser alimento de sus larvas; así la presión de las larvas que se benefician de las hojas jóvenes de pasiflora han favorecido la evolución de hojas. Se cumple así la idea básica de la coevolución que es la influencia mutua que llega a provocar cambios evolutivos.

El caso de coevolución entre Heliconius hewitsoni y Passiflora pittieri es solamente uno de los muchos que existen entre los géneros de ambas especies. Sin embargo, demuestra que las interacciones entre especies constituyen procesos dinámicos y continuos, además, muestra la gran cantidad de relaciones que pueden tener los organismos en la naturaleza.


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